lunes, 29 de septiembre de 2014

MARCA LA DIFERENCIA Y DEJA HUELLA (Mi nube de intereses)

Pedagogía, psicopedagogía, psicología, sociología, educación social, trabajo social o relaciones laborales son sólo algunos ejemplos de las titulaciones académicas por las que podemos optar si nuestra intención es trabajar en el área de la orientación laboral.
Lo mismo sucede, bajo mi punto de vista, con la formación complementaria. A día de hoy contamos con un  amplio abanico de acciones formativas orientadas tanto a la formación de especialistas como a la formación continua de profesionales (unas más generales y otras más específicas, de mayor o menor duración, en diferentes modalidades de realización, gratuitas o de pago…) entre las que tenemos la facultad de elegir en función de nuestro perfil y necesidades concretas.
¿Y la experiencia laboral? Obviamente alguien nos tiene que dar en algún momento la oportunidad de adquirirla, pero también es cierto que, a priori, cualquier persona con un perfil formativo adecuado podría conseguirla antes o después. 
Pero, yo me pregunto…  
¿Es suficiente con todo esto?
¿Puede alguien con formación -o con formación y experiencia-  pero sin vocación de servicio a los demás, sin compromiso y/o sin sensibilidad social dedicarse a la orientación laboral?
¿Qué competencias personales marcan la diferencia entre unos/as orientadores/as laborales y otros/as?
¿Cómo podemos dejar huella?

Fuente: elaboración propia.


2 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo Berta. Y yo también me pregunto: ¿son justos los criterios de selección tan diversos de l@s orientador@s laborales?

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